Los liberales contraatacan los éxitos de la economía frugal con los derechos civiles

 

Los últimos movimientos de las derechas (espartanos, nacionales y conservadores) han dejado en evidencia que estos partidos son más exitosos a la hora de elaborar políticas económicas que hacen aumentar los fondos públicos, la capacidad de ahorro y reducen el endeudamiento. Por contra, los liberales llevan semanas arrastrando el sanbenito de despilfarradores.

Hace un par de semanas su flamante nueva líder, Jennifer López, salió a defender que el partido pretendía recuperar la moderación y justificar los gastos extras que ha provocado a las arcas republicanas desde que se convirtiesen en el partido mayoritario de la AGP (gastos para los cuales no hay que olvidar que contó con uno de los partidos de derechas, los conservadores). Pero tales justificaciones han sido en vano, la opinión pública cree mayoritariamente que si los liberales gobiernan, la economía empeorará.

Para lavar su imagen y de cara a las próximas presidenciales, el SLP está haciendo campaña para hacer ver sus puntos fuertes. Recuerdan, por ejemplo, que fueron os liberales los artífices del cambio de empleo así como del acceso a estudios universitarios, dos elementos que la ciudadanía valora muy positivamente. También recuerdan que fueron ellos quienes destaparon los problemas de adicciones (lo cual favoreció que pudiesen empezar a ser tratados). Y remarcan que el SLP es el mayor garante de las libertades civiles y de los derechos individuales, dos puntos que en los últimos años se han convertido casi en mandamientos divinos para cualquier monogo.

Con esta campaña, los conservadores y espartanos pero, sobre todo, los nacionales, están quedando en muy mal lugar en lo que a estos aspectos respecta. Según las encuestas, las potencialidades de los liberales en estos puntos compensaría la mala imagen que tienen como gestores económicos. 

Así las cosas y a día de hoy, gestión económica y libertades individuales y civiles se están convirtiendo en las herramientas que más diferencian a los bloques políticos de izquierda y derecha. Habrá que ver qué dicen las urnas.