Ya con los presupuestos de octubre, el Presidente Kyle dio un golpe sobre la mesa y llamó a los conservadores a replantearse su posición y regresar a las filas de la derecha. Tras el discurso de Kyle, los liberales respondieron eligiendo a Jennifer López como su líder, la cual afirmaba que el SPL "regresaría a la moderación".
Desde entonces han pasado dos cosas. Por un lado en las filas liberales han surgido ciertas fisuras en torno a la líder hasta el punto de que el ex-presidente Colton Ford ha anunciado que baraja volver a presentarse a las próximas elecciones presidenciales.
Pero el movimiento más destacado lo ha dado hoy el Partido Conservador de la mano de Phill Dunphy, un economista británico famoso por llevar años llevando las cuentas de la comuna de Umbría exitosamente. Éste llevaba varios días trabajando en secreto con los espartanos y los nacionales en la elaboración de los presupuestos federales de noviembre. En estos presupuestos no hay muchas sorpresas: el desorbitado monto asignado a turismo que se aprobó gracias al tripartito SLP-PS-Cons sigue en pie. Lo novedoso son dos puntos:
1. La cuantía destinada al pago de la deuda pública se reduce hasta los 150T mensuales, lo cual hará que ésta tardará un año exacto hasta ser eliminada (octubre 2021).
2. La parte positiva es que esto permite que cada mes se pueda destinar una cuantía al ahorro. El tripartito de derechas recupera el FPSA como figura y propone una asignación de 150 T mensuales mientras se esté pagando la deuda externa y de 250 una vez que esta esté completamente subsanada.
¿Qué se obtendría con estos movimientos? Pues a pesar de alargar la vida de la deuda, la República vería aumentado su colchón, algo absolutamente necesario. En diciembre de 2022 se contaría con 3 veces el PIB íntegro actual de la República como colchón, algo que los economistas recomiendan encarecidamente. Además, en enero de 2021 habría capacidad para pagar la matrícula de universidades si fuese necesario y la República tendría garantizado un fondo para imprevistos (es necesario recordar que las arcas públicas tenían 800T que, en dos meses, la coalición liberal-socialista-conservadora dilapidó).
El pacto por tanto se ha centrado no tanto en salvar noviembre. Este mes ya tenía las cuentas comprometidas y los presupuestos no han podido modificar el hiper monto de viajes, pero al menos han podido salvar el pago de la deuda pública e incluir un tanto para ahorro que en principio no se iba a prever. Lo más destacado del pacto de derechas son sus vistas a futuro. Es un pacto a largo plazo.
Con este movimiento los espartanos recuperan credibilidad, dejando a los liberales como "despilfarradores" y los conservadores vuelven a la senda de la moderación. Habrá que ve ren las encuestas cómo repercute esto en la población. De momento, volvemos a tener un Presidente del Movimiento Nacional y una mayoría parlamentaria de derechas.
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